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La Música Electrónica de Baile es una variedad de estilos musicales que surgieron a mediados de los años 80. En lugar de designar un solo género, la música electrónica de baile (EDM) abarca estilos que van desde música ambiental sin ritmo hasta hardcore de 200 beats por minuto, con house music, techno, drum and bass, dubstep y trance entre los ejemplos más notables. Durante la segunda mitad de los 2000, la música electrónica de baile comenzó a aumentar en popularidad nuevamente, particularmente en los Estados Unidos. El uso cada vez más común de técnicas de producción de música dance en pop y hip-hop.

Techno, música electrónica de baile que comenzó en los Estados Unidos en los años 80 y se volvió globalmente popular en los 90. Con sus melodías glaciales de sintetizador y ritmos mecánicos enérgicos, el techno fue producto de la fascinación de jóvenes afroamericanos de clase media en Detroit, Michigan, por los europeos.

House, estilo de música electrónica de baile de alto tempo que se originó en Chicago a principios de los 80 y se extendió internacionalmente. Nacido en clubes de Chicago que atendían a clientes gay, predominantemente negros y latinos, el house fusionó el barrido sinfónico y las voces de divas soul del disco de los 70 con el futurismo frío del Eurodisco impulsado por sintetizador. Inventado por DJ-productores como Frankie Knuckles y Marshall Jefferson, el house llegó a Europa en 1986, con pistas en sellos de Chicago Trax y DJ International penetrando las listas de éxitos británicas. En 1988, el subgénero llamado acid house catalizó una explosión de la cultura juvenil británica, cuando los bailarines descubrieron que las líneas de bajo psicodélicas actuaban sinérgicamente con la droga ilegal éxtasis (MDMA, o 3,4-metilendioximetanfetamina, un alucinógeno y estimulante).

Para tocar EDM correctamente, uno debe dominar un elemento clave: el drop. Un drop es un punto en una pista musical cuando ocurre un cambio repentino. No es el drop en sí mismo lo que hace interesante una pista, sino la intensa construcción y anticipación que lo precede. La tensión creada -una maravillosa- se resuelve con el cambio, dejando al oyente sintiendo escalofríos por la columna.